La clasificación de grandes grupos de plantas acorde a unas características comunes que permitan diferenciarlos de otros grandes grupos es algo muy útil en la botánica. Es habitual recurrir a las “familias botánicas” cuando se habla de plantas. En la Sierra de Callosa hay cinco familias dominantes en cuanto a especies y también, en buena medida, en cuanto a superficie ocupada.
Según el catálogo publicado a 5-6-2018, se han encontrado 41 especies de compuestas, 18 especies de gramíneas, 21 de leguminosas, 17 de labiadas y 13 de crucíferas. Esto hace un total de 110 especies de las 262 que hemos identificado, es decir, casi la mitad.
Estas familias son las más representadas en la zona mediterránea, por lo que no es de extrañar que también lo sean en la Sierra. Además, son grupos fácilmente reconocibles por la forma de sus flores: las compuestas por sus capítulos florales, las gramíneas por la flor en espiguilla, las leguminosas por la forma de mariposa, las labiadas por la división en dos labios desiguales, y las crucíferas por sus pétalos dispuestos en cruz. Esto será explicado con más detalle en sus respectivas entradas.