Cuando se habla de la flora de la Sierra de Callosa siempre sale el rabo de gato, más pronto que tarde. Realmente, rabo de gato incluye varias especies semejantes (del género Sideritis) en un número que, según la fuente consultada, oscila entre 4 y 5. Nosotros hemos encontrado 3: el rabo de gato menor, el rabo de gato ceniciento y el rabo de gto murciano. Nos proponemos para el año que viene encontrar el resto.
Rabo de gato menor
El rabo de gato ceniciento (Sideritis glauca) es el que nos interesa por ser uno de los endemismos de la Sierra. Se trata de una especie que, aunque no es escasa, no es fácil de ver por sus hábitos rupícolas, es decir, vive sobre roquedos, que son paredes verticales de roca, de modo que hay que ascender hasta los 100 metros para empezar a verla. Es abundante en el Barranco de Enmedio de la Pilarica, en las paredes verticales de la Cueva Ahumada y hay una población en la ladera de San Roque, siendo éste el lugar más accesible para verla.
Rabo de gato ceniciento
Fotografía cedida por Josechu
Por sus tallos finos podría pasar desapercibida, si bien, se mueven violentamente cuando sopla el viento y se puede usar esta característica para encontrarla. Además, su periodo de floración es corto.
Gracias a esta planta, principalmente, se declaró la Microrreserva de flora de la Generalitat Valenciana del Barranco de Enmedio y también fue importante en la declaración del LIC de la Sierra de Callosa. Es, si se nos permite la expresión, la especie más importante de la Sierra de Callosa y uno de los grandes valores de la misma y, por tanto, uno de los grandes motivos para mantener el ecosistema, cuidarlo y respetar a todos los seres vivos que en él nos encontramos.
El rabo de gato murciano lo hemos visto en partes bajas y medias de la zona conocida como la Cantera de Cox, en la cual es muy abundante y donde es habitual verla parasitada por barbas de capuchino. Se diferencia del rabo de gato ceniciento en la densidad de pelos blancos recubriendo la planta, que es mucho mayor en el murciano.
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